Una de las primeras dudas que surgen para nuestros clientes cuando desean vender su propiedad es a cuánto asciende su valor o cómo pueden llegar a definir de manera correcta el valor de venta para ofrecer a un precio justo en el mercado inmobiliario.

Es aquí donde el agente debe convertirse en la guía ideal para lograr separar el valor emocional con el valor real de una casa o departamento en una zona determinada y poderla vender en el menor tiempo posible gracias a su experiencia y conocimientos.

Todo asesor de bienes raíces toma en cuenta los siguientes 4 importantes factores para poder evaluar imparcialmente un inmueble, antes de ponerlo a la venta o renta en el mercado:

1. Ubicación del inmueble

Primero se tiene que estudiar la región en donde está localizada la propiedad, si es una con alto poder adquisitivo, si se tiene accesibilidad a vialidades principales y establecimientos comerciales, el nivel de seguridad de la colonia o si en los últimos años ha aumentado su plusvalía. Estos elementos podrían lograr elevar el precio de alquiler o de adquisición favorablemente.

2. Inmueble nuevo o usado

En muchos casos, las propiedades que nunca han sido habitadas y tienen poco tiempo de haber sido construidas son las que tienden a gozar los valores más altos en el sector inmobiliario. En el caso de que ya sea un inmueble usado, se valora de acuerdo a su edad, condiciones físicas y el estado de conservación que presenta.

3.  Estado de la propiedad

Por lo general, muchas personas están buscando una casa o departamento que se encuentre en un excelente estado, sin fisuras ni fugas y que tenga su tubería e instalaciones de gas y electricidad en perfectas condiciones. Es decir, que el inmueble esté listo para mudarse enseguida.

Aunque los futuros dueños puedan modificar los colores de las paredes y las decoraciones en el futuro, la propiedad debe dar una primera buena impresión para los compradores potenciales para que ya se imaginen viviendo ahí.

4. Distribución de metros cuadrados

Un aspecto importante para poder evaluar un inmueble es estudiar los espacios internos de cada una de las habitaciones. En la actualidad, la gente busca más la amplitud de la recámara principal y de la sala-comedor; aunque puede depender de la preferencia del cliente.

También se tiene que considerar si la propiedad posee otros elementos extra que puedan ser atractivos para atraer a un comprador potencial como los jardines, armarios, espacios de estacionamiento, aire acondicionado o alguna amenidad como un gimnasio o una alberca.

Considerando estos elementos antes mencionados se podrá garantizar que se pueda obtener el mejor precio para una propiedad que satisfaga tanto a tu cliente como al futuro comprador.

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