Airbnb es uno de los ejemplos más claros del potencial de crecimiento de las empresas de la llamada economía colaborativa, es decir, empresas que como Uber, Didi, e incluso WeWork crecen sin necesidad de ser propietarios de los activos que les generan rendimientos.

En el caso de Airbnb, en el tercer trimestre del 2022, reportó un monto de ingresos de 1,200 millones de dólares de utilidad neta o 1.79 dólares por acción, esto por encima de las proyecciones de los analistas que estimaban 1.53 dólares para el mismo periodo.

Estos resultados se presentan incluso pese a la disminución de noches reservadas que fue un total de 99.7 millones de noches, lo anterior se explica, por un lado, a causa del aumento del 5% en la tarifa media de alquiler, y por otro, con periodos de estancias más prolongados.

Ese último factor los ha llevado a separarlo y desarrollarlo como una parte específica del negocio: la renta de departamentos de larga estancia. Con esto, Airbnb entra en el mercado de vivienda de la CDMX aunque se mantiene en competencia con el sector hotelero.

Airbnb CDMX: el convenio para atraer a personas con trabajo remoto

A finales del mes de octubre, Airbnb, el Gobierno de la Ciudad de México y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) firmaron un convenio de colaboración para “posicionar a la ciudad como capital del turismo creativo”.

El objetivo, de acuerdo con el comunicado de Airbnb, es que la Ciudad de México se convierta en un destino receptor de trabajadores remotos y nómadas digitales. Esta acción forma parte de la campaña “Live & Work Anywhere” que fue lanzada en mayo pasado por la empresa que busca aprovechar las oportunidades del trabajo remoto.

Esto debido al amplio crecimiento que ha mostrado en la renta de departamentos por estancias prolongadas, especialmente después de la pandemia, momento en que el turismo tradicional se vio completamente paralizado.

Según su información, en todo el mundo donde la empresa tiene presencia, las estancias prolongadas, es decir, aquellas reservaciones que suman más de 28 noches, han aumentado alrededor del 25% en comparación con el 2021 y casi 90% desde el segundo trimestre de 2019.

En el caso de Airbnb CDMX, las estancias a largo plazo crecieron más de 30% en el segundo trimestre de 2022 en comparación con el mismo período de 2019. Ciudades como Dubai, Lisboa, Buenos Aires, Palm Springs,y Queensland han firmado convenios similares con la empresa.

El impacto de Airbnb en la industria de vivienda

La participación de Airbnb en el sector inmobiliario es ambivalente. En un principio fue rechazada por sector hotelero, que veía una competencia desleal, ya que los anfitriones no estaban obligados a cumplir con derechos de uso de suelo comercial, así como con protocolos de servicio, seguridad, entre otros y sin considerar el tipo de contribución fiscal.

Por otro lado, para las ciudades pequeñas que no cuentan con tanta infraestructura hotelera resultaba benéfico, además de para los pequeños propietarios que podían ofertar desde sus casas completas hasta habitaciones en solitario, dando opciones nuevas para los turistas.

En el caso de la renta de departamentos Airbnb, se ha dado un fenómeno similar. Por un lado, resulta atractivo para los pequeños propietarios con habitaciones disponibles; sin embargo, ha incrementado también el número de anfitriones con carteras profesionales, es decir, que cuentan con edificios completos disponibles para su arrendamiento en estancias vacacionales.

Este esquema ha resultado beneficioso para esos propietarios, dado que se suele tener un ingreso mayor por los mismos espacios, pues existe una mayor rotación de inquilinos en comparación con una renta en esquema de vivienda y los precios suelen ser mayores.

Pero también tiene resultados adversos, especialmente para los usuarios, por un lado, una reducción en la disponibilidad de viviendas disponibles, pues a raíz del convenio, distintos usuarios en redes sociales han denunciado desalojos y avisos de desalojo por parte de los propietarios, que dan como motivo principal su incorporación al inventario de Airbnb.

Esto, desde el punto de vista de los negocios, puede ser una desventaja porque incrementa la desconfianza de las personas hacia el sector y abre la puerta otros fenómenos como la gentrificación o el despoblamiento de ciertas zonas por su cambio a ciudades turísticas, borrando otros segmentos del negocio.

Si bien el sector inmobiliario tiene la posibilidad de flexibilizar e innovar en la creación de sus negocios, esto no debe ocurren en detrimento de la calidad de vida de las personas, ni en la seguridad de la industria.

Si bien, el argumento principal del convenio es incentivar el turismo, el sector debe estar atento a los cambios en regulación en torno a la vivienda que se generen tras esta nueva iniciativa.
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