Arquitectas mexicanas nominadas a premios internacionales por obras públicas

Siempre es necesario reconocer los triunfos del talento nacional, más cuando se rompen brechas laborales y de género, como es el caso de las mujeres que se posicionan como líderes en la arquitectura.

En esta ocasión en Wiggot queremos que conozcas un poco más de la trascendencia de dos mujeres que son un símbolo de relevancia para la equidad de roles en pro del desarrollo urbano en México.

Empoderamiento de mujeres en la arquitectura

Abrirse paso, empoderarse y demostrar sus cualidades y fortalezas ha sido la mejor forma  que Loreta Castro y Gabriela Carrillo encontraron para romper los tabús en una profesión que las apasiona

En 2017 Gabriela Carrillo fue reconocida como “Arquitecta del año” por la “Architectural Review”, ese mismo año recibió el máximo galardón para las mujeres que destacan en esta disciplina con el “Premio Internacional Mujeres en la Arquitectura”; la egresada de la UNAM con mención honorífica también obtuvo la medalla de plata en la “XIII Bienal de Arquitectura Mexicana y el Premio Obras. Entre sus obras destacan: “Centro Académico y Cultural San Pablo”, en Oaxaca; “Biblioteca para ciegos y débiles visuales”, en la Ciudad de México; y el Juzgado de Pátzcuaro, en Michoacán.

Loreta Castro se hizo acreedora del “Premio Lafarge Holcim” a la construcción sustentable por la obra del parque hídrico “La Quebradora”, un proyecto único capaz de mitigar inundaciones y captar agua pluvial. También por su obra “El Represo” recibió la nominación al “Premio Mundial de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito”.

Su trayectoria muestra cómo las mujeres han ido ganando terreno en esta disciplina, aunque se mantiene la brecha pues de acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (Anuies), en 2013 la matrícula de estudiantes de Arquitectura era de alrededor de 55,000, de ellos el 65% eran hombres y solo el 35% eran mujeres.

Otro ejemplo en donde prevalecía la brecha de género es en la participación de mujeres en obra pública, por ejemplo  en 2009 durante la convocatoria para el diseño de la ahora conocida como “Estela de Luz”, de 35 despachos participantes, sólo figuraban tres arquitectas mexicanas.Sin duda sus intervenciones arquitectónicas son una proeza que mejora la calidad de vida de las personas, reduce el impacto medioambiental y enriquece la plusvalía de las ciudades.

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