La industria del cemento consume grandes cantidades de energía durante su producción, la cual necesita temperaturas superiores a los 1,400 grados centígrados. Dicha actividad provoca cerca de 1.4 millones de toneladas de dióxido de carbono anuales; esto representa el 8% de la cantidad total de las emisiones en la atmósfera. 

Ante el desafío global de reducir el impacto ambiental, diversas organizaciones, como universidades, empresas del sector público y privado han buscado desarrollar nuevas mezclas de cemento sustentable  que sea amigable con el entorno.

En Wiggot estamos conscientes de que el manejo de estos residuos de construcción ha traído impactos negativos en el ambiente y la salud de las personas. Por eso te contamos qué es el cemento sustentable y por qué es una buena alternativa para la construcción.

Problemas de contaminación y salud pública

Tan solo en la capital del país se producen alrededor de 7,000 toneladas de residuos de construcción y demolición al día y son un problema porque no hay suficientes espacios destinados para su disposición final. Por esta razón estos residuos terminan en las calles, terrenos baldíos, en basureros, incluso en ríos.

En consecuencia, los escombros se convierten en focos de plagas y fauna nociva, que causan enfermedades respiratorias, con las lluvias pueden tapar drenajes y contaminar cuerpos de agua de uso humano.

Reutilizar residuos para generar nuevos materiales

La doctora Tatiana Lilia Ávalos Rendón, del Instituto de Ingeniería de la UNAM es especialista en ingeniería de materiales, con experiencia en la producción de cemento sostenible, a partir del reciclaje de los residuos de construcción y demolición. Su investigación busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero al sustituir el cemento tradicional, también conocido como portland, por un cemento sustentable.

Otro ejemplo es el que se encuentra en Iztapalapa, Ciudad de México, donde se localiza una planta de concreto reciclado, la cual recibe residuos de construcción y demolición compuestos por arcillas, bloques, concreto, tabiques, entre otros materiales, que son separados de otros como madera, papel, vidrio y metales. Luego son pulverizados y llevados a diferentes granulometrías para ser procesados en dos nuevos materiales: concreto hidráulico y concreto mezclado.

El concreto hidráulico está compuesto por residuos de concreto, derivados de la demolición de inmuebles y otros objetos de concreto. Mientras que el cemento mezclado (o todo en uno) integra residuos cerámicos, yeso, adoquines y tabique rojo, entre otros.

Sin embargo, los residuos de construcción y demolición (RCD) por sí mismos no sirven para la construcción, por lo que es necesario añadirlos al cemento portland y así generar un nuevo material, el cual es sustentable ya que se incorporan los residuos al ciclo de producción dentro de la construcción.

En Wiggot comprendemos la importancia de generar alternativas sustentables en la industria de la construcción, para que, de esta manera, no solo se reduzcan los residuos contaminantes en el ambiente, sino también contribuir a la reducción de las emisiones de CO2. Este tipo de estrategias pueden ser combinadas con ecotecnias, tecnologías que reducen el impacto ambiental y hacen más eficientes la utilización de recursos.

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