Este 25 de octubre se celebra, por cuarto año consecutivo, el Día Mundial de la Ópera. Una iniciativa impulsada por tres asociaciones profesionales de programadores de ópera (Ópera Europa, Opera América y Ópera Latinoamérica) en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Instituto Internacional de Teatro.
La fecha elegida para celebrar el Día Mundial de la Ópera coincide con el natalicio de dos grandes compositores: Georges Bizet y Johann Strauss, aunque la conmemoración del día también busca recordar la importancia social de este género, así como hacerlo más accesible ante un público diverso.
La palabra ópera, significa “obra” en italiano, y comenzó a utilizarse desde hace 400 años para hacer referencia al género musical y teatral moderno. El origen de esta expresión artística proviene de la integración de la música de las cortes medievales, y el arte callejero. Esto dio origen a un nuevo estilo narrativo que permitió representar hechos legendarios o ficticios a través del canto, la actuación y la emotividad.
Aunque las primeras óperas se caracterizaban por contar con recursos modestos, pronto se volvieron más lujosas. Las espectaculares puestas en escena hicieron necesaria la construcción de recintos culturales adecuados a las exigencias monumentales de estos actos. Estos recintos hasta la fecha son obras arquitectónicas, reconocidas internacionalmente.
Día mundial de la ópera: los recintos culturales más famosos
A razón del Día Mundial de la Ópera, a continuación te contamos sobre algunos de los teatros y palacios más emblemáticos.
La Fenice, Venecia, Italia
Una de las salas más prestigiosas de la ópera italiana reside dentro de este edificio de estilo neoclásico que ha sobrevivido a tres grandes incendios. Construida en el siglo XVIII por el arquitecto Gian Antonio Selva, después de que el teatro San Benedetto del barrio de San Marco de Venecia se incendiara. Así, la nueva sala de ópera se inauguró el 16 de mayo de 1792. Posteriormente, en 1832, el teatro fue consumido por el fuego nuevamente y reconstruido por los arquitectos Fimabattista y Tommaso Meduna, y decorado por Tranquillo Orsi. Después de más de 160 años, en enero de 1996, sufrió un tercer incendio, sin embargo, tras ocho años de trabajo y una inversión de 60 millones de euros, el 12 de noviembre de 2003 se inauguró La Fenice que conocemos actualmente.
Winter Garden Theater, Toronto, Canadá
Con una trayectoria histórica de más de 100 años, el Teatro Winter Garden es uno de los últimos teatros Eduardianos que sobreviven en el mundo. Construido en 1913 y diseñado por Thomas Lambel, el Winter Garden tenía paredes pintadas a mano que asemejaban un jardín. En 1928, el cerró y no fue hasta 1984 cuando, gracias a la compra del edificio por Ontario Heritage Trust, que comenzaron los trabajos de restauración con un costo de 29 millones de dólares. Este teatro reabrió sus puertas en diciembre de 1989, con la colección más grande del mundo de escenografía de vodevil: pisos y gotas pintados a mano que datan de 1913.
Ópera del Margrave, Bayreuth, Alemania
Obra de la arquitectura Barroca, construida entre los años 1745 y 1750, la Ópera del Margrave se mantiene como uno de los cuatro teatros barrocos que perduran en el mundo, al conservar sus materiales de construcción originales, como la madera y la tela. Con una capacidad de aforo de 500 espectadores, este edificio fue diseñado por el arquitecto teatral Giuseppe Galli Bibiena bajo la ordenanza de construcción de Guillermina de Prusia. Este figura como uno de los grandes teatros públicos del siglo XIX, al ser edificado como elemento integrante del espacio urbano público.
Palau de la Música Catalana, Barcelona, España
Este palacio es un tesoro arquitectónico del modernismo catalán y la única sala de conciertos declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Con la capacidad para albergar a 2049 personas, este recinto arquitectónico fue construido entre 1905 y 1908 por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner como sede del Orfeó Català y financiado con fondos de origen público.
Teatro Farnese, Parma, Italia
El Teatro Farnese, dedicado a la antigua diosa de la guerra, Bellona, fue construido (totalmente de madera y yeso) entre 1617 y 1618 por el arquitecto Giovanni Battista Aleotti. Ubicado al norte de Italia, este sitio tiene una capacidad de aforo de 3000 personas. Tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, este teatro sufrió una extensa destrucción; sin embargo, durante los trabajos de reconstrucción, la ciudad decidió mantener el diseño original. Este recinto ha sido utilizado en nueve ocasiones como sede de matrimonios de duques y otros eventos oficiales.
Opéra Garnier, Paris, Francia
El teatro de la Ópera Garnier es un edificio de estilo neobarroco del siglo XIX, conocido por ser la inspiración de “El Fantasma de la Ópera”. Esta obra arquitectónica del joven arquitecto Charles Garnier fue inaugurada el 5 de enero de 1875, gracias al elaborado trabajo de 14 pintores y artesanos y 73 escultores. Aunque su construcción comenzó en 1860, esta no pudo concretarse rápidamente debido a diversas complicaciones como la falta de estabilidad del terreno, la guerra de 1870 o la caída del régimen imperial. El 16 de octubre de 1923, el Palais Garnier entró a formar parte de los monumentos históricos de París.
¿Conocías estos detalles sobre el Día Mundial de la Ópera y los recintos culturales donde estas obras se desarrollan?
Ópera de Sidney, Sidney, Australia
Es probablemente uno delos recintos más famosos del mundo. Fue construido en 1956 cuando el Gobierno de Nueva Gales del Sur hizo un concurso abierto para que arquitectos participaran en una ópera y una sala de conciertos sinfónicos, que posicionarían a Sidney en el escenario musical internacional.
El ganador fue el arquitecto de origen danés Jørn Utzon. También participó el despacho Ove Arup & Partners. La construcción, sin embargo, tuvo que atender varios inconvenientes, uno de ellos fue que se inició la obra sin tener todo el diseño terminado, lo cual hizo que el podio tuviera modificaciones y fuera reconstruido poco tiempo después del fin de los trabajos. Esto para que soportara el peso de las masivas estructuras de hormigón que se apoyaban sobre él.
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