Desde 2004, cada 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo. Una fecha que coincide con el cumpleaños del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, monarca fallecido en el año 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea. Sin embargo, los orígenes de esta conmemoración se remontan al 2002, impulsado por la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS, por sus siglas en inglés), el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, pensando en la necesidad recuperar un suelo un recurso que era considerado infinito.
La pérdida de nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Durante los últimos 70 años, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera drástica. La degradación y falta de nutrientes en la tierra también conlleva a la incapacidad para producir alimentos, causando hambre, pobreza y desnutrición (hambre oculta). Por otro lado, si existe una concentración de nutrientes muy alta, la tierra crea un ambiente tóxico para las plantas y los animales, contamina el medio ambiente y fomenta el cambio climático.
En este año, el Día Mundial del Suelo, se ha lanzado la campaña “Los suelos, origen de los alimentos” con objetivo concienciar sobre la importancia de los suelos para la producción alimentaria, la nutrición y las dietas óptimas, a la vez que se reivindica un manejo sostenible que garantice la salud de nuestros suelos. Fenómenos que afectan directamente a las regiones más vulneradas del planeta.
En el marco de su programa de cooperación técnica, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ejecuta proyectos destinados a mejorar la gestión del suelo y el agua en más de 20 países. Los temas en que se centran los proyectos son: aumentos sostenibles de la producción agrícola en el Afganistán, mejora del riego en el Ecuador, apoyo a la fertilidad de los suelos en Mozambique, desarrollo de la agricultura biosalina en Qatar, utilización de radionucleidos ambientales como indicadores de la degradación de las tierras en los ecosistemas de América Latina, el Caribe y la Antártida y elaboración de estrategias de conservación de los suelos para la mejora de la salud del suelo en Tayikistán.
El día mundial del suelo en el sector inmobiliario
En el marco de la celebración del Día Mundial del Suelo, queda claro que la implementación de medidas que abonen a contrarrestar el impacto de la acción humana en la calidad del suelo es fundamental. En nuestro país estás acciones se han visto reflejadas en iniciativas como la creación del Inventario Nacional de suelo sustentable.
Impulsado en convenio entre el Instituto Nacional de Suelo Sustentable (INSUS) y el Registro Único de Vivienda (RUV) en 2021, este inventario es una plataforma digital destinada a identificar aquellos lotes que cuenten con suelo apto para la producción de vivienda, y para ello, se facilitará el levantamiento, operación y registro de las acciones de regularización y gestión de suelo.
Durante la presentación de esta iniciativa, el INSUS destacó el papel de esta herramienta en el fortalecimiento de las capacidades técnicas en identificación y desarrollo de proyectos de infraestructura, así como regularizar el suelo para que más familias mexicanas tengan certeza jurídica y puedan mejorar su patrimonio.
Los objetivos del Inventario Nacional de Suelo Sustentable son:
- Los Organismos Nacionales de Vivienda identifiquen y realicen sus acciones de manera coordinada.
- Las familias puedan acceder a un subsidio para regular su terreno.
- Que las personas puedan conocer si su espacio es apto para proceder a la regularización del suelo.
El uso de suelo es definido como el conjunto genérico del tipo de actividades que pueden realizarse en un área específica, mismas que deben ser aprobadas o restringidas por las instituciones correspondientes. En el país contamos con el Sistema de Información Geográfica, una herramienta de consulta en línea del uso del suelo del territorio de la Ciudad de México. Estos instrumentos consideran los lineamientos de normatividad del Programa General de Desarrollo Urbano (PGDU).
Por ejemplo, existen políticas estatales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, así como dependencias locales que buscan regular este tipo de cuestiones. De esta manera, es posible determinar y reglamentar adecuadamente las actividades que pueden realizarse en los predios, así como combatir el crecimiento de los asentamientos irregulares en distintas partes del país.
En México, como federación, cada región establece el uso de suelos permitidos en su territorio, aunque los principales son:
- Residencial: destinado a la construcción de viviendas
- Actividades productivas: aquellos espacios que abarcan diferentes tipos de industrias
- Equipamiento: sectores y ramas productivas
- Infraestructura: obras públicas que se realicen en la entidad
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