La empresa más antigua del mundo está en Japón y pertenece al sector inmobiliario. Se llama Kongō Gumi y fue fundada en el año 578; lleva más de 1,400 años en operación.

En Wiggot te damos una breve reseña histórica sobre una de las empresas más antiguas del mundo y del sector.

Nacimiento de Kongō Gumi

Con la llegada del budismo a Japón, filosofía espiritual que se mezcló con varias de las creencias populares japonesas que databan de hacía milenios, como el sintoísmo, la empresa Kongō Gumi surgió en el año 578. Al mismo tiempo, el budismo se popularizó entre las clases altas, incluyendo al Shōtoku Taishi.

Shōtoku Taishi, también conocido como Príncipe Umayado, fue un regente político de la Corte Imperial de Japón en el periodo Asuka. Él ordenó la construcción del primer templo budista en el archipiélago nipón, Shitennō-ji, que actualmente sigue en pie en la ciudad de Osaka.

Como el budismo era nuevo en esa época, había pocos carpinteros, arquitectos y artesanos capaces de edificar un templo con esas características. Por ello, Taishi contrató a un grupo de constructores coreanos experimentados, dando lugar a la construcción del templo de Shitennō-ji, y, con ello, a una de las empresas más antiguas del mundo: Kongō Gumi.

Asimismo, Kongō Gumi consiguió el éxito y lo mantuvo durante los siguientes siglos. Sus actividades principales se enfocaban en brindar mantenimiento y preservar el templo Shitennō-ji. Sin embargo, la rápida expansión del budismo en Japón le abrió otras oportunidades de negocio a esta compañía, como la apertura de templos en Hōryū-ji y Koyasan en los años 607 y en 816, respectivamente.

Gracias a su flexibilidad en la restauración de edificios civiles, palacios y residencias, la empresa Kongō Gumi continuó operando durante siglos. Esa adaptación a los cambios le ha permitido sortear el tiempo a lo largo de sus más de 1,400 años de existencia.

Las crisis de Kongō Gumi

No todo fue miel sobre hojuelas. A mediados del siglo XIX, con las reformas emprendidas por la dinastía Meiji, que favorecieron el regreso al sintoísmo, los gobernantes japoneses cerraron y destruyeron cientos de templos budistas. A pesar de ello, Kongō Gumi continúo como una empresa en marcha.

La compañía siguió leal a sus principios, pues sus conocimientos artesanales apenas cambiaron desde su surgimiento. Durante los años 20 del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial y a lo largo de las décadas que permitieron a Japón convertirse en la segunda economía global, la compañía siguió operando.

En 2004 llegó a facturar 60 millones de dólares anuales. Sin embargo, en 2006 la empresa sufrió una crisis económica que le llevó a la liquidación, en la cual sus activos fueron adquiridos por Takamatsu Corporation.

Poco antes de esto, Kongō Gumi contaba con más de 100 empleados e ingresos anuales de 70 millones de dólares. Actualmente, la empresa más antigua del mundo se mantiene especializada en el mantenimiento de templos y pagodas budistas; continúa operando como Kongo-Gumi Engineering, filial de Takamatsu Construction Group, conglomerado de más de veinte compañías japonesas.

La lección de Kongō Gumi

Esta empresa es el ejemplo de que las corporaciones pueden resistir por largos periodos, pero ¿Cómo hacer  que una compañía se adapte a los cambios durante tanto tiempo? En la actualidad, mantenerse fiel a los principios que cada compañía tiene no es suficiente. La historia de Kongō Gumi nos muestra que la adaptación a los cambios es clave, y para ello es importante mantenerse actualizado con capacitaciones y certificaciones.

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