Por lo general, el coaching es una metodología equilibrada en el que se elaboran planes de acción diseñados para facilitar periódicamente el logro de objetivos. Tiene como meta ayudar al cambio y crecimiento de una persona y, en consecuencia, al desarrollo y mejora de una profesión o empresa.

La función principal del coach es guiar a su cliente por todo el programa, planteándole preguntas y actividades que le ayuden a encontrar soluciones y a definir planes de acción que le permitan cumplir sus metas en un periodo de tiempo.

En el sector de bienes raíces, la práctica del coaching inmobiliario se ha popularizado entre los agentes durante su capacitación. No solo se les asiste en un profundo autoconocimiento, sino que se les permite a los asesores a revalorizar sus objetivos personales y profesionales.

Además, durante el entrenamiento, el coach les permite identificar los puntos débiles y trabajar los cambios necesarios en sus servicios para así ayudar a sus clientes durante la compra de un inmueble y que ésta sea exitosa.

El coaching inmobiliario trabaja el lenguaje, las fortalezas, obstáculos y marcos de oportunidad de cada asesor, tomando en cuenta su personalidad, experiencia y habilidades. Esto para que puedan brindar un servicio impecable que esté a la altura de las nuevas exigencias del mercado.

Su enfoque especializado puede brindar una ayuda muy valiosa a los agentes, gerentes y directivos de empresas de bienes raíces para aumentar la satisfacción personal, desarrollar mejor el funcionamiento de la agencia y obtener mayores ventas e ingresos en el futuro.

Puede que al principio el coach inmobiliario te saque de tu zona de confort y modificará la forma en la que entiendes y percibes el sector, pero todo ello te dará resultados bastante favorables y tal vez ayudarte a crecer como profesional en el ramo.

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