El impacto de la nueva normalidad en el sector inmobiliario se ha reflejado sobre los cambios en las preferencias de los compradores potenciales en cuanto a las características y ubicación de una vivienda en nuestro país.

En general, la situación extraordinaria que estamos viviendo en la actualidad ha modificado las prioridades de la gente en cuanto a lo que buscan en un hogar. Ahora las estancias más amplias con espacios multifuncionales, áreas verdes o sitios con mayor aire fresco, terrazas y centros de entretenimiento han tomado un mayor protagonismo que en años anteriores.

Como agente de bienes raíces, conocer estas modificaciones es esencial para poder adelantarse a las necesidades de los clientes y filtrar efectivamente la lista de propiedades que juntan los elementos antes mencionados.

Y es que todo apunta a que la tendencia inmobiliaria de este 2020 tendrá efectividad en los años siguientes para el sector. Lo que podría significar que las promotoras y constructoras se están preparando para ofrecer viviendas más personalizadas; sobre todo a un segmento de la población medio-alta.

La demanda de espacios ha planteado una modificación de los diseños tradicionales para incorporar paneles móviles que permitan poder abrir y cerrar espacios a voluntad; ya sea para reconvertirlos en despachos o salones de clase para los niños y jóvenes.

En cuanto al precio de estas viviendas, se cree que el precio por metro cuadrado aumentará no sólo por la amplitud de los espacios, sino por el hecho de que los futuros compradores buscarán viviendas más alejadas y que sean unifamiliares.

El hecho de que se pueda trabajar y estudiar a distancia, amplía la posibilidad de la gente de elegir ubicaciones no tan cercanas a las oficinas y que sean un poco más accesibles que las zonas que se tenían contempladas para adquirir o rentar una propiedad. Toma eso en cuenta para ofrecerles mayores opciones a tus clientes en el futuro.