A causa de la actividad humana, el planeta ha padecido la sobreexplotación de recursos y destrucción de ecosistemas. Esto en parte se debe a la extracción de materiales de construcción como metales, madera y suelo.
De hecho, la industria del cemento consume grandes cantidades de energía durante su producción; necesita temperaturas superiores a 1,400 grados centígrados, provocando cerca de 1.4 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales, lo que representa el 8% del total de las emisiones a la atmósfera.
Según Naciones Unidas, en el mundo, cada tres segundos se pierde una superficie de bosque del tamaño de un campo de fútbol; en el último siglo, hemos devastado la mitad de nuestros humedales; el 50% de los arrecifes de coral ya se han perdido y de no hacer nada ahora, para 2050 podrían desaparecer hasta el 90%.
De hecho, la pandemia ha demostrado las consecuencias de la destrucción de ecosistemas al disminuir los hábitats naturales para la biodiversidad; hemos creado las condiciones para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen en zonas urbanas.
Frente a la complejidad del problema, el Día Mundial del Medio Ambiente se enfoca en restaurar los ecosistemas. Una manera de contribuir es hacer ciudades y edificios sostenibles, es decir que, desde su diseño y empleo de materiales de construcción, las edificaciones reduzcan significativamente su impacto ambiental.
Por ello, te contamos sobre cinco materiales de construcción que prometen reducir el impacto ambiental en la industria.
Hongos
Los hongos son organismos que tienen aplicaciones en distintos sectores, no obstante, su resistencia los hace una excelente alternativa como material de construcción sustentable, ya que crecen sobre materia orgánica muerta, desgastándola y dispersándola al medio ambiente.
Específicamente el micelio es el tejido de los hongos que logra absorber nutrientes y se encuentra en abundancia en el medio ambiente. Este coloniza el suelo y otros sustratos y actúa como un pegamento de distintas partículas orgánicas; cuando se seca, el material se hace muy ligero.
Al ser 100% biodegradable, el micelio tiene mucho que ofrecer a los sectores industriales y de la construcción; puede regular la temperatura de los inmuebles mejor que el aislamiento de fibra de vidrio, es incombustible, no es tóxico, es resistente al moho, al agua y más fuerte que el hormigón.
Además, los edificios hechos con hongos como material de construcción pueden ser reparados con agua, por lo que brindar mantenimiento puede reducir costos.
Cemento sustentable
A partir del reciclaje de los residuos de construcción y demolición, se puede obtener cemento sustentable, de acuerdo con las investigaciones de la doctora Tatiana Lilia Ávalos Rendón, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La investigación de esta especialista en ingeniería de materiales busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero al sustituir el cemento tradicional, también conocido como portland, por un cemento sustentable.
En Iztapalapa, Ciudad de México, se localiza una planta de concreto reciclado, que recibe residuos de construcción y demolición compuestos por arcillas, bloques, concreto, tabiques, entre otros materiales que son separados, pulverizados y procesados en dos nuevos materiales: concreto hidráulico y concreto mezclado.
Aunque los residuos de construcción y demolición (RCD) son reciclados, necesitan ser añadidos al cemento portland y así generar un nuevo material, el cual es sustentable ya que se incorporan los residuos al ciclo de producción dentro de la construcción.
Rellenos con paja
La paja es un material de construcción antiguo que en la actualidad puede ser una buena alternativa en las edificaciones. Investigaciones y técnicas recientes indican que es un material seguro que se puede usar para crear muros, mediante el relleno de marcos que forman paredes.
De esta manera, se reemplazan materiales como el concreto, madera, yeso, fibra de vidrio o piedra. Al sellarse adecuadamente, los bultos de paja proporcionan niveles altos de aislamiento. Este es ideal para construcciones situadas en lugares donde el clima es cálido o frío. Además, la paja es un recurso natural que se puede conseguir rápidamente y a bajo costo.
Bambú
El bambú se ha empleado en distintas regiones del mundo durante milenios como material de construcción. Además de ser atractivo estéticamente, combina resistencia a la tracción, es de peso ligero y también se puede renovar, pues es un vegetal de rápido crecimiento.
Cabe destacar, el bambú puede reemplazar materiales pesados y proporcionar una alternativa viable que prescinda de otros materiales de construcción como el concreto y las varillas de refuerzo, en especial en zonas remotas.
Corcho
Al igual que los hongos, la paja, y el bambú, el corcho es un recurso que crece muy rápido; se cosecha a partir de la corteza de un árbol, por lo que no es necesario talarlo para obtener este material de construcción. Al ser flexible y resistente, es un elemento común en la fabricación de ladrillos.
Además, resulta ser muy efectivo para absorber las vibraciones y ruido de los exteriores a los inmuebles, por lo que se puede emplear en láminas de aislamiento y es resistente al fuego, tampoco libera gases tóxicos al quemarse. Sus cualidades lo convierten en un recurso ideal para entrepisos.
El corcho es antibacteriano y ayuda a mejorar la calidad del aire. También se puede mezclar con yeso para obtener un revestimiento ligero, aislante y respiratorio.
Con el uso de estos materiales de construcción sostenibles y sustentables se puede mitigar la contaminación. También se podrían restaurar ecosistemas lo que significa que, en combinación con otras acciones, puede prevenir, detener y revertir los daños causados al medio ambiente.
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