De un tiempo a la fecha, el iBuying se ha vuelto tendencia en el sector inmobiliario pues pretende proporcionar un espacio simple donde compradores y vendedores puedan realizar transacciones de forma fácil y rápida.

Los iBuyers son empresas de bienes raíces que utilizan a su favor la tecnología para comprar y vender propiedades. Emergieron en el sector debido a lo complejo de las transacciones inmobiliarias y su objetivo principal es simplificar todo este proceso e incrementar su eficiencia.

En un método tradicional, el propietario de un inmueble debe preocuparse por varios aspectos para poder venderlo en el menor tiempo posible. Desde conseguir un agente inmobiliario, hacer las adecuaciones necesarias, inversiones en marketing, mostrar el inmueble, analizar propuestas, negociar y hacer el papeleo necesario.

Sin embargo, en el proceso del iBuying, todo cambia para hacer más sencillo el proceso de compraventa de una propiedad y, al mismo tiempo, reducir dramáticamente los tiempos de comercialización.

En línea, el vendedor (que es el propietario) llena una encuesta referente a su vivienda y en cuestión de horas recibe una oferta por la misma. En caso de aceptarla se comienza con el proceso sin trabas ni complicaciones que alargan toda la negociación y el cierre del negocio.

En teoría, el iBuyer está comprando la propiedad a un precio con descuento como consecuencia de eliminar todo el engorroso proceso. En la práctica, el iBuyer está apuntando a generar negocio de las adecuaciones que le pueda hacer a la propiedad y revendiéndolas.

La simpleza del iBuying es que se consiguen los inmuebles tal como están, para ello las casas o departamentos deben seguir ciertos criterios para ser tomados en cuenta. Por lo general, se buscan espacios que estén en buenas condiciones y que se requiera una inversión mínima de recursos.

Esta forma de negocio llegó para quedarse por su funcionamiento a nivel mundial. Empresas como Offerpad, Opendoor, Zillow, Knock, entre otras, llevan ya un tiempo con este modelo y siguen creciendo y podrían ser un competidor para el agente inmobiliario.

El iBuyer, aunque nunca va a pagar al dueño la propiedad en su valor de mercado, tiene el reducido tiempo de venta a su favor. Sin embargo, requerirá los servicios de un profesional de bienes raíces para poder venderla, haciendo así un cambio en el esquema de adquisición de propiedades.

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