No sé si te ha pasado, hay personas que aún ven la profesión de ventas como: “¿Ya viste al hijo de Cuca?, no quiere terminar de estudiar, seguro va a acabar en ventas o algo así.”

Nuestra profesión, poco a poco va ganando respecto, pero aun así hay personas que nos llegan a ver como un mal necesario, como una actividad apta para los que no estudiaron o no encuentran trabajo en otra cosa. Tu y yo lo sabemos, sin ventas no existe un negocio, y la capacitación que debemos tener es tan constante como la de un abogado o médico (si no estamos en constante aprendizaje, nos volvemos obsoletos).

Creo que el demeritar de nuestra actividad recae en todos esos “vendedores” que ven una oportunidad de hacer mucho dinero (porque aceptémoslo, bien llevada nuestra chamba, si hay dinero) o un escalón laboral en lo que encuentran algo más, que solo llegaron a manchar la profesión. Igualmente, a esos otros que creen que las ventas son de manipulación y engaño para lograr un solo bien (el de ellos).

Lo mismo sucede con las inmobiliarias y agentes “nuevos” en el sector, que en una plática de cantina escucharon del porcentaje de comisiones por la venta de propiedades y al día siguiente quiere montar la suya, porque ¿Qué tan difícil puede ser mostrar una casa?

Con esto no estoy diciendo que no pueda haber oportunidad para todos en ingresar al segmento inmobiliario, al contrario, bienvenidos. Lo que pido es que lo hagan bien. Y es aquí donde hago referencia al título de este artículo.

Tú, ¿vendes o ayudas a vender?

En primera instancia sonaría casi igual, es más, hoy conozco agencias de renombre que utilizan el gancho de “te ayudo a vender tu propiedad”, intentando no sonar agresivo. Pero el tema es que alguien inmerso en bienes raíces, alguien que si piensa hacer un modo de vida de esto, que cree y entiende el mercado y respira inmuebles, NO debería ayudar a vender propiedades. Ellos deben de vender la propiedad. Es su trabajo, no una ONG. Debes de marcarte como objetivo venderla y no el sumar más inventario a tu portafolio solo para verte más grande. Es hacer ganar a todos en la operación, de la mejor manera y en el menor tiempo posible. Es brindar esa confianza al vendedor de la propiedad de que se hará todo lo necesario (y a veces hasta imposible) para que se cierre la operación. Es simplemente lograr lo que la profesión exige: VENDER.

Ese sencillo cambio de mentalidad es la que hará la diferencia entre las agencias y agentes que sí deben de estar en el medio y las que deberían de haber emprendido en otra categoría o actividad.

Sí, entiendo, las seudoagencias solo vienen a hacer destrozos, a manchar el nombre de todos, pero también las que se dedican de lleno a esto y solo le echan la mitad de las ganas a vender, porque su compromiso fue ayudar a vender y no el vender como tal.

 

Nos leemos luego.

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