Podemos definir al neuromarketing inmobiliario como la aplicación de conocimientos provistos por la neurociencia del consumidor a la industria de bienes raíces. El sector ha llegado a reconocer las necesidades de sus clientes por instinto y por ello evocan memorias, pensamientos y emociones en su mercadotecnia.

Los principios del neuromarketing apelan a una historia que se le cuenta al comprador potencial en la que se activa su sentido de la pertenencia y los beneficios que los servicios que una agencia ofrece o el potencial que una propiedad posee.

En el sector de bienes raíces, se puede aplicar en los 5 sentidos desde la disposición de la agencia, los colores, la publicidad o directamente en las propiedades para que el cliente tenga una sensación más positiva y se sienta atraído más de lo normal.

Y es que desde en el momento en que el cliente elige una vivienda o simplemente entra a una inmobiliaria, la persona suele probar una serie de intensas emociones que es posible determinar y catalogar, para luego poder reproducir la fórmula e influenciar en el proceso de compraventa.

En el caso del neuromarketing, la cuestión es intervenir sutilmente en los estados del ánimo y en el inconsciente de los compradores potenciales por medio de los aromas, las vista, el tacto, el gusto y el oído.

El principal sentido que puede despertar un recuerdo antes que cualquier otro es el olfato. Los aromas afectan el hipocampo y la amígdala, quienes a su vez están conectados con la memoria y nuestras emociones. Usa olores naturales que evoquen un sentimiento hogareño.

Los dos siguientes que no pueden faltar es la vista y el tacto, que pueden aplicarse cuando una habitación u oficina está bien iluminada y el cliente logra apreciar los detalles del piso y la textura de las paredes. En el caso de las propiedades, los muebles y objetos decorativos son clave para invitar a tocarlos y sentirse como en casa.

La música ambiental es otra pieza del rompecabezas que permite establecer un recuerdo agradable en la mente del comprador. Está comprobado que las melodías pueden afectar el estado de ánimo e influir a que un comprador esté dispuesto a comprar.

Por último, como asesor inmobiliario puedes ofrecer en los recorridos por la propiedad algún bocadillo que complemente esa sensación hogareña como galletas o canapés. De esta manera, inclinas los pensamientos de los clientes hacia una reunión casual con amigos y familiares, complementando la imagen mental de lo que podrían hacer una vez que adquieran la vivienda.

No pierdas la oportunidad de disfrutar de los beneficios que el neuromarketing puede brindar a tu inmobiliaria en el proceso de tu compraventa. Te aseguramos que si la aplicas correctamente tus negociaciones serán más flexibles y tus ventas serán mucho mayores.

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