El storytelling es el arte de contar historias poderosas para comunicar un mensaje a tu audiencia. Dentro del sector inmobiliario es una estrategia utilizada por el agente para informar, dar a conocer una propiedad y finalmente completar una venta con un posible cliente.

El secreto es relatar historias en la que los compradores se puedan involucrar e identificar en ellas de manera automática usando a su favor las emociones, la imaginación y la visión de una vida en su futuro hogar.

Algunos aspectos importantes a considerar del storytelling son definir el objetivo, el target al que va dirigido y la información que se desea transmitir con precisión. Entre mejor conozcas a tu cliente, mejor puedes definir los detalles de tu relato para hacerlo más atractivo.

Esta técnica es mucho más poderosa que las formas de publicidad y marketing tradicionales, pues van desde el deseo de mudarse de las personas a un espacio nuevo en el que podrían mejorar su estilo de vida y comenzar un nuevo capítulo en su historia.

Un storytelling inmobiliario exitoso es aquel que ha logrado identificar a su público y comienza a narrarle los beneficios del lugar y el potencial de la propiedad como si un cuento se tratara. El lenguaje empleado siempre es sencillo y directo, sin tantos adornos y se toma a consideración las características singulares de cada cliente para determinar el estilo del relato.

Tu papel como agente es ser el desarrollador que los lleve por el viaje arribando primero a la propiedad indicada para el cliente y describiendo lo que sería una vida lo suficientemente atractiva como para invitarlos a vivir allí en ese momento.

Una las ventajas del storytelling en el proceso de adquisición de inmuebles es que existe un mayor poder de convencimiento hacia el cliente potencial y eso se refleja en los altos números de ventas. Entre más persuasivo sea el discurso, mucho mejor.

Estos personajes van desde el inocente, el sabio, el ciudadano, el héroe; hasta el creador o el gobernante. Cada uno tiene sus respectivas características que se adaptan a la compañía y a sus valores representativos. Por lo que el asesor debe seleccionar el que corresponde a la inmobiliaria que personifica.

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