El efecto mariposa es un concepto de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sistema dinámico caótico (más concretamente con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales) cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en los datos iniciales, cabe resaltar que sin duda alguna y sin explicación científica, acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente. Eso implica que si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo.

Todos conocemos quien es Uber, su capacidad financiera, el impacto que ha tenido y la fuerza que ejerce en el mercado para hacer cambios. Y es esta empresa esa “mariposa” que aleteando sus alas hará cambios significativos en el mundo.

El pasado 8 y 9 de mayo, Uber tuvo su Elevate Summit 2018, donde líderes y expertos de la industria automotriz y aeronáutica se dieron cita para dar soluciones a la idea que tiene la empresa: Mover a las personas en el aire.

Y es que las series de los Supersónicos pueden convertirse en una realidad. Uber está decidido, en 2020, en transportar a la gente a través de vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés). Para ponerlo en palabras de mortales: imagina un dron gigante que te mueva del punto A al punto B.

Dentro de TODOS los retos que esto representa (contaminación auditiva, betrias, espacio aéreo), la parte de infraestructura es uno de los que pueden llegar a cambiar el segmento inmobiliario. Recordemos que UBER no es dueño de ninguna unidad, y por ende, este nuevo proyecto no será la excepción. Si esta buscando alianzas con los líderes de la industria es para que ellos desarrollen el producto y Uber sea solo el intermediario del servicio. Lo mismo aplicará para las zonas de despegue y aterrizaje. ¿Lo harán desde las azoteas de edificios?, ¿Los desarrolladores inmobiliarios tendrán que pensar ahora en la construcción de zonas de aterrizaje y carga en torres de departamentos y oficinas?, ¿se requerirá una sala de espera?, ¿estas zonas estarán integradas en hubs de tránsito terrestre para facilitar la conexión?

No es cosa fácil lo que quiere hacer el gigante tecnológico, pero ya tiene año (2020) y zona para la prueba piloto: Dallas-Fort Worth. Incluso un aliado inmobiliario para el desarrollo del primer Vertipuerto, que es la empresa de Hillwood Properties.

La mariposa ya empezó a mover sus alas, y el “caos” está por verse. Sigamos de cerca este movimiento, que seguro revolucionará el modo de hacer ciudades.

Nos leemos luego

 

 

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